martes, octubre 30, 2007

El largo viaje del macarrón

Todo comienza con una pregunta ¿de dónde procede el latín macarrónico?, ¿porqué ese adjetivo para un idioma? ¿qué relación tiene con el macarrón?

Primera parada en Italia s XVI : El latín macarrónico era un latín muy defectuoso que mezclaba palabras latinas con otras de lengua vulgar a las que se les ponía terminación latina. Era el lenguaje utilizado a partir del siglo XVI en unas composiciones burlescas y satíricas que se llamaron «macarroneas», procedentes de Italia.


Según Corominas no parecen derivados directos de maccherone, "macarrón', sino del alto it. macaron, 'error garrafal', que a su vez será aplicación figurada del mismo vocablo en la ac. 'hombre bobo* (propia aún del italiano literario y muy popular en los dialectos del norte), pues de esta zona de Italia eran oriundos los dos primeros autores de Macarroneas, el paduano Michele degli Odari (el Tifi), y el célebre mantuano Folengo (Merlín Cocaio), que escribieron poemas de ese nombre en 1490 y a principios del s. XVI; en este sentido el vocablo acaso sea aplicación figurada, por la contextura blanda de la pasta de macarrón comparada con la flojedad del maccherone, que algunos definen como hombre débil al mismo tiempo que necio.

A este latín macarrónico se le llama también latín de cocina, en francés latin macaronique o latin de cuisine, en inglés Dog Latin o Macaronic Latin, en latín Latinitas culinaria.

Podemos ver un ejemplo en esta versión del Quijote de Ignacio Calvo:

CAPITULUM PRIMERUM

In isto capítulo tratatur de qua casta pajarorum erat dóminus Quijotus et de cosis in quibus matabat tempus

In uno lugare manchego, pro cujus nómine non volo calentare cascos, vivebat facit paucum tempus, quidam fidalgus de his qui habent lanzam in astillerum, adargam antiquam, rocinum flacum et perrum galgum, qui currebat sicut ánima quae llevatur a diábolo. Manducatoria sua consistebat in unam ollam cum pizca más ex vaca quam ex carnero, et in unum ágilis-mógilis qui llamabatur salpiconem, qui erat cena ordinaria, exceptis diebus de viernes quae cambiabatur in lentéjibus et diebus dominguis in quibus talis homo chupabatur unum palominum. In isto consumebat tertiam partem suae haciendae, et restum consumebatur in trajis decorosis sicut sayus de velarte, calzae de velludo, pantufli et alia vestimenta que non veniut ad cassum.

Historia Domini Quijoti Manchegui, de Miguel de Cervantes traducida al latín macarrónico por Ignatium Calvum, Madrid 1922

Pero la palabra macarrón siguió su viaje...

Segunda parada, Inglaterra s XVIII En el siglo XVIII surgió una moda excesivamente sofisticada y amanerada en la ropa, comida e incluso en la lengua pues utilizaban inglés mezclado con latín. Eran hombres jóvenes que habían viajado a Italia y que adoptaron el termino italiano maccherone para cualquier cosa que consideraban de moda. Característico de su indumentaria eran unos pequeños sombreros que llevaban sobre unos peinados tan altos que los sombreros sólo podían quitarse con la punta de una espada. Se les llamó macaronis y eran objeto de burla por su afectación y gusto por lo extranjero. Para los sectores de población más pobres se convirtieron en símbolo de lo que suponía tener dinero, llegando a relacionar a todo noble o persona adinerada con un macaroni.

Tercera parada , Estados Unidos, la canción Yankee Doodle:

Yankee Doodle went to town,
A-Riding on a pony;
He stuck a feather in his hat,
And called it macaroni

Esta canción era cantada originariamente por los oficiales británicos para burlarse de los desorganizados yanquis (“Juanitos” de Jan, Juan en holandés) coloniales que combatieron a su servicio a los que consideraban patanes pueblerinos.

Un desgarbado campesino viene a la ciudad, montado en un pony, con una pluma en el sombrero y se llama macaroni.

La ofensa era no sólo era presentar a los colonos como hombres desgarbados montados en un pony, sino burlarse de ellos que se creían al mismo nivel que los ingleses por haber prosperado en América, cuando sólo eran nuevos ricos que se ponían una pluma en la cabeza y se llamaban macaroni, como signo de distinción cuando era lo contrario.

Pero los morteamericanos, lejos de ofenderse, más bien les gustó del apodo y pronto lo adoptaron para referirse a sí mismos.

Cuarta parada: Antártida Los pingüinos que causa de sus crestas de color amarillo recibieron el nombre de macaroni, por los "dandis macaroni", viajeros ingleses del siglo XVIII, que adoptaban las modas europeas más extravagantes.

Y en la Actualidad: se llama macarrónico al uso incorrecto de cualquier lengua, por jemplo habla un inglés macarrónico.

Largo viaje ¿no?
Valete!


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amparo soy Isabel de 1 de Bachiller, mira es que me han puesto el examen de mates el mismmo dia que el de latin (20 de noviembre) es para ver si lo podemos poner un dia antes, es que como soy una no tengo voz. si me puedes contestar por aqui bien o sino el lunes. un beso y que te lo pases bien en este puente.

Amparo Moreno dijo...

Hola Isabel, desde luego que esto de ser una minoria...pero no te preocupes el lunes en clase lo hablamos y a ver si lo podemos arreglar.